domingo, marzo 25, 2007

Mel Gibson ofende a una profesora de cultura maya

El actor y director estadounidense Mel Gibson estalló en ira contra una experta en cultura maya, cuando ésta le expuso que el estereotipo de los nativos que presenta en su cinta Apocalypto es “racista”, reportaron ayer las páginas tmz.com y usmagazine.com.


Lo anterior sucedió la noche del jueves, durante una ponencia que Gibson ofreció en la Universidad Estatal de California en Northridge, en la que Alicia Estrada (una profesora asistente de la Central de Estudios Americanos de dicho plantel) confrontó al cineasta argumentando que las ceremonias de sacrificios mayas que él muestra en su película son “erróneas y racistas”.

La especialista le preguntó que si había leído lo suficiente sobre la cultura maya antes de filmar la película, a lo cual él respondió que sí se había informado antes de realizar ese ambicioso proyecto.

Estrada insistió, desatando la ira de Mel Gibson, quien en lugar de responder diplomáticamente a las críticas de Estrada, le respondió con un: “Lady, fuck off! (señora, ¡jódase!)”.

La situación empeoró cuando integrantes de la comunidad maya protestaron por la manera en la que Mel Gibson retrató a su cultura en ese tan criticado y polémico filme.

Mientras éstos fueron escoltados para que salieran del salón en donde se llevó a cabo la ponencia, Gibson alcanzó a gritarles: “¡Hagan su propia película!”

Luego, tras la controversia desatada, el publicista de Mel Gibson, Alan Nierob, dijo a TMZ: “Esta persona (Estrada) era una entrometida que fue muy mal educada y quiso boicotear la ponencia, así es que los organizadores decidieron sacarla”.

La realidad es que el carácter explosivo que tiene Mel Gibson siempre lo ha metido en muchos problemas.

viernes, marzo 23, 2007

Cine Club "Las doce sillas" 2007. Nuevo ciclo: Familias singulares

miércoles, marzo 21, 2007

Ponencia de J. Maria Perez Gay (fundador de Canal 22)

José María Pérez Gay/I

¿Cómo construir una televisión autónoma e independiente del gobierno en México?*
Agradezco al Consejo Consultivo de Radio y Televisión del Distrito Federal su invitación para participar en este debate: "¿Cómo construir una televisión autónoma e independiente del gobierno?" Hace ya mucho tiempo, a principios del sexenio de Vicente Fox, dejé la dirección general de Canal 22; dirigí y administré ocho años con verdadera pasión el nacimiento y desarrollo de un canal de televisión al parecer público -en realidad, la asignación directa de esa frecuencia la hizo la Presidencia de la República, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari-; una concesión sometida a todas las restricciones y prohibiciones propias de las estaciones que son, como se dice con esa horrenda palabra, permisionadas. Antes del presupuesto y la salida al aire llegó la disputa por el Canal 22 entre los grupos de intelectuales de las revistas Vuelta y Nexos -al que yo pertenecía-, el canal azolvado, el secuestro de las instituciones culturales, la Conjura de los Letrados de Nexos, el parto de los montes, como lo llamó Octavio Paz.
Después nos envolvieron los días de la soledad y las incontables pesadillas: el traslado de siete toneladas de fierros y acero inservibles del Ajusco al cerro del Chiquihuite, los restos del desastre de Imevisión, toda la programación de veintitantos años había sido borrada y destruida, nada sobrevivió a la furia devastadora de los administradores del naufragio, la destrucción de la memoria, el síndrome indeleble de los mexicanos. Los ocho meses arrinconado con 35 colaboradores y con la mitad del sueldo en los Estudios Churubusco, soñando con un presupuesto que no llegaba -se retrasó nueve meses-, con una programación cultural imaginaria. El destartalado transmisor unidireccional -fabricado en 1978 que funcionaba por calentamiento de agua- lo heredamos -nada menos y nada más- que de Margarita López Portillo. Una sola franja de luz caía sobre la ciudad. Por ejemplo, en Heriberto Frías 20 podían captar la señal, pero en Heriberto Frías 21 no-; después la gazmoñería de la Secretaría de Hacienda en la época de las privatizaciones más rapaces; la construcción de una antena de 140 metros de altura, la puesta en transmisión de la antena omnidireccional, que bañaba toda la ciudad de México, una parte del estado de Hidalgo y otra de Puebla; la capacidad técnica de los ingenieros mexicanos egresados del Politécnico Nacional; el capitán de ese buque de transmisiones, el ingeniero Jorge Segovia; el aprendizaje de lo que significaba la Ultra Alta Frecuencia, cuando apenas comenzaba el sistema de la red del cable privado en el país -los cableros fueron nuestra verdadera salvación, transmitieron la señal a 357 ciudades-; mis tres largas conversaciones con Emilio Azcárraga Milmo que nos permitió estar presentes en Cablevisión.
Las inacabables reuniones con don Pedro Aspe y sus funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; la lucha por el presupuesto, centavo por centavo, partida por partida; la compra del equipo en cuatro meses; la ayuda invaluable de un caballero honesto: don Joaquín Vargas, en ese lodazal de mezquindades; la asignación del Canal 22 a Conaculta; las también inacabables discusiones con Rafael Tovar y de Teresa y Ernesto Zedillo Ponce de León, secretario de Educación Pública; la construcción en menos de seis meses de los estudios de televisión en Churubusco; el Consejo de Planeación y Políticas de Desarrollo, un panal de intrigas y ambiciones; los motines emocionales de doña Alejandra Lajous, por ese entonces directora de Canal Once y -así lo creía ella- dueña del único proyecto válido de televisión pública, quien se oponía a la creación del Canal 22, una insoportable y verdadera monserga.
Después apareció mi personaje inolvidables en el mundo de la televisión pública: el doctor Fausto Nosferatu Alzati, efímero titular de Educación Pública, quien me despidió dos veces de la dirección general, porque proyectaba que el Canal 22 fuese sólo una dirección de su flamante secretaría. Alzati era el paroxismo de la histeria priísta, la sabiduría convertida en un interminable menú, la simulación académica de los rituales políticos secretos.
Nuestra primera carta de programación nacional, el fomento de la producción independiente, el rescate de más de 178 horas del cortometraje y su historia en México; el Noticiero 9.30, que consignó día a día durante ocho años la vida cultural del país; Tratos y retratos, las entrevistas de Silvia Lemus, que ningún otro canal ha presentado; la primera entrevista que Salman Rusdie concedió desde la clandestinidad a un medio televisivo, las otras de Ar-thur Schlesinger a García Márquez. Los laberintos jurídicos y los aburridísimos y letales consejos de administración con el contralor general que coordinaba a veintitantos contadores públicos titulados, dispuestos siempre a sorprender a los corruptos con las manos en los billetes y los vi-deos, un grupo de interventores que el canal pagaba cada mes con puntualidad prusiana; los comisarios de la Contraloría que sabían de televisión lo que yo, con toda humildad, sabía de sánscrito o suagili; las recompensas fugaces -como todo en el mundo efímero de la televisión-; el Premio Cámera que la Unesco otorga cada tres años a la mejor televisión cultural del mundo; la nominación para las finales de los Grammy con la serie de Alejandra Islas Serguei Eisenstein en México -nos ganó la BBC de Londres con una producción de 3 millones de dólares-; los dos premios nacionales de periodismo, uno de ellos a Julio Pliego, quien falleció hace sólo unas semanas, por su programa Luz de la Memoria; la generosidad de Julio al ofrecernos todo lo que había filmado; el rescate de los momentos históricos del movimiento estudiantil del 68, que no se habían visto hasta ese momento en la pantalla; los inicios de la productora Argos, Epigmenio Ibarra y sus partes de guerra... las imágenes del cerco a la ciudad de Sarajevo, los francotiradores asesinando niños, la serie de seis capítulos en torno a la destrucción de Yugoslavia, entre muchísimas otras. Los catálogos de las 10 productoras de televisión cultural más importantes en el mundo, de Australia a París y Berlín; el convenio con el Canal Arte del Parlamento Europeo; las obras completas de Shakespeare con en Old Vic de Londres -subtituladas por Raúl Ortiz y Ortiz-, vistas por primera vez en la pantalla de un canal mexicano, que nos valió en varios medios el calificativo de elitistas. No tengo remedio ni salida. Ahora soy un populista sin redención, colaborador de quien hace sólo nueve meses era el gran peligro para México.
Me perdonarán esta larga cadena de quejas y pesadillas, no hay duda: el Canal 22 fue un éxito. Me hubiera gustado contarles mejor la experiencia radical de saber -quizá mejor que muchos otros- lo que significa en México lanzar de la nada un canal de televisión semipúblico al aire. Después llegaron los funcionarios de la democracia panista, la inefable Sari Bermúdez y su oceánico analfabetismo ilustrado; mi ex colaborador Enrique Strauss, nombrado director general del Canal 22, y su valeroso esfuerzo de sustituir a Gabriel García Márquez o a William Faulkner por el gran Armando Manzanero o por lanzar bodrios al aire, como el programa De Nefertiti a Madonna, la idea de que es eterna la programación del Canal 13 de 1980. No hay salida. Siempre he creído que nosotros tenemos la pulsión natural de cambiar, de ir buscando en otros ámbitos las luces y oscuridades que mejor se corresponden con nuestras propias luces y oscuridades. En el caso de la televisión en México es diferente, se trata de la Tierra de Nadie de la Noche, donde La fea más bella alcanzó un rating de 43 por ciento, único en la

José María Pérez Gay/II y ultima

¿Cómo construir una televisión autónoma e independiente del gobierno en México?*
¿Cómo construir una televisión autónoma e independiente del gobierno? Me parece que la pregunta equivoca el blanco, debió haberse hecho al revés. Cómo crear un público autónomo e independiente de esa televisión que se nos impone y nos gobierna. En lugar del verbo construir -la referencia arquitectónica es inevitable- debería emplearse el de crear. No la construcción de un canal de televisión -se da por supuesto-, sino la creación de un público crítico y participativo. ¿Es demasiado pedir? ¿De veras es imposible? ¿Hemos perdido la batalla? Me temo que sí. Desde principios de la década de los años 50, la televisión comercial se presentó como el gran negocio del futuro -sin duda lo era y lo ha sido- independiente del gobierno y del público, y terminó ejerciendo el papel de vocero más eficaz del gobierno y sometiendo al público: hoy se convirtió en nuestra verdadera Secretaría de Educación Pública.
El 10 de octubre de 2002, el gobierno del señor Vicente Fox -inteligencia preclara, si alguna- clausuró de golpe, con el llamado decretazo, el proceso de reforma y democratización de los medios electrónicos en México, que se había discutido durante un año y medio en la Secretaría de Gobernación con la cúpula de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión -dirigida entonces por el vicepresidente de Televisa, Bernardo Gómez-; la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, capitaneada por don Pedro Cerisola, y la Presidencia de la República, con la participación de una destacada protagonista, doña Marta Sahagún, ex vocera de Fox y negociadora con las dos grandes empresas televisivas, quien se convirtió -como escribe Jenaro Villamil- en "la llave maestra" para favorecer tanto los intereses de Televisa como los de Tv Azteca, por encima, incluso, de los concesionarios menos fuertes.
Así seguirá mientras no exista un órgano regulador autónomo, mientras se mantenga la concentración de las concesiones -en su libro Derecho comparado de la información, Ernesto Villanueva nos advierte que, a diferencia de legislaciones como las de Alemania, Francia y Estados Unidos, en México no encuentra cabida alguna la regulación para evitar la concentración y los monopolios-, mientras siga adelante la inaudita degradación de los contenidos televisivos, mientras no se pongan límites a la publicidad en los grandes consorcios, mientras no exista el derecho de réplica, mientras la televisión pública no tenga una personalidad jurídica propia, mientras no exista por ley el fomento a la producción independiente -desde la consolidación de Televisa la programación ha sido planificada, distribuida y organizada a partir de los valores y la ideología del consorcio-. La industria de la conciencia en plena acción.
Por ejemplo, Tv Azteca firmó un convenio con la productora Argos y esto le permitió ser competitiva en una de las áreas clave de la poderosa Televisa: las telenovelas. Al final, el convenio se deshizo por lo mismo que ha impedido el florecimiento de la producción independiente, atrapada entre los dos grandes consorcios: la falta de regulación jurídica que respete los derechos de autor, la libertad creativa y los acuerdos comerciales justos. Mientras no se regule la publicidad electoral en televisión, después del desastre de las últimas elecciones presidenciales, no habrá nada qué hacer. De muestra, un botón: los canales 11 y 22 tienen juntos un presupuesto anual de 350 millones de pesos; el señor Vicente Fox gastó, de enero a junio de 2006, mil 700 millones de pesos en una no tan solapada campaña en favor del candidato de su partido, es decir, cinco veces más que el presupuesto de los canales públicos. Después de esta apresurada revisión, no me parece que existan las condiciones para hablar de una televisión autónoma e independiente del gobierno, cualquiera que éste sea.
Preguntas al Consejo Consultivo de Radio y Televisión del Distrito Federal: ¿Se cuenta ya con un estatuto jurídico aprobado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal? ¿Se ha negociado con la Comisión Federal de Telecomunicaciones una frecuencia de televisión abierta? No creo que exista la posibilidad de ocupar las frecuencias 46 ni 52 en UHF: ¿se tiene alguna otra en perspectiva? ¿Se ha pensado en circuitos cerrados de televisión, como el Metro de la ciudad de México? ¿Por qué no acudir y estudiar con toda atención el modelo de la televisión de Bavaria en Alemania? No, no es mi irremediable proclividad germana, hablo de un modelo de estación televisiva elogiado y recomendado por la misma BBC de Londres -que funciona con un gobernador impuesto por la Cámara de los Comunes y ciudadanos anónimos-. Por el contrario, la televisión de Bavaria se compone de consejos regionales -en este caso serían las delegaciones-, 67 representantes de los medios académicos, profesores universitarios, directores de los periódicos más importantes de la región, organizaciones no gubernamentales, representantes de la asociación de médicos, iniciativas vecinales, representantes eclesiásticos y la intervención de cinco ciudadanos autónomos que tendrían a su cargo, no el laberinto de la administración, sino la asignación y la programación de horarios por cuotas y el horario AAA, inclusive; la exigencia no de un servicio profesional de carrera (la trampa del Partido Acción Nacional), sino de un servicio profesional escogido después de exámenes, en los cuales los locutores y conductores de programas tienen prohibido -de modo riguroso y por ley- editorializar las noticias. ¿Será posible una televisión así en México? No lo creo. Sí creo que las nuevas tecnologías e Internet, por ejemplo, han abierto nuevas perspectivas. Como buen pesimista creo que quizá las minorías de hoy se conviertan en las mayorías de mañana. Sin embargo, ese día lo veo muy lejano.

*Ponencia leída en el primer foro del Consejo Consultivo de Radio y Televisión del Distrito Federal, el 14 de marzo pasado

Fuente. "La jornada", 17 y18 de marzo de 2007.

domingo, marzo 18, 2007

Nota de salud.

Caminar 30 minutos todos los días previene enfermedades

Mejora la presión arterial, reduce el colesterol y baja el riesgo de tener diabetes


Regina Nuzzo - Diário Clarín - 13 de marzo de 2007

Se acuerda de cómo se hacían actividades físicas en los años 70? ¿Recuerda las clases de aerobismo, las mallas y fajas, las interminables sesiones de trote y los equipos de pantalón y buzo? Por entonces, los especialistas nos pedían elevar al máximo nuestro ritmo cardíaco y nos repetían que sin esfuerzo no había ganancia.

Hoy, sin embargo, hay un nuevo mensaje. Deje las calzas en su casa. Ya no tendrá que transpirar o cambiarse de ropa. Simplemente salga a caminar. Los expertos recomiendan realizar una caminata de por lo menos 30 minutos la mayoría de los días de la semana. Redúzcalo si lo desea a breves períodos de caminata rápida. Coinciden en que hacer ejercicio de forma enérgica es fantástico pero que no hay que sentirse presionado.

Investigaciones de las últimas décadas mostraron que la actividad física no necesita ser enérgica para ser beneficiosa. Los estudiosos creen, de hecho, que la costumbre de caminar rápido puede ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares, el cáncer de colon, la osteoporosis y la diabetes. También hay otros trastornos que pueden revertirse a través de las caminatas -cáncer de mama, depresión, disfunciones sexuales y disminución cognitiva-.

El camino de la ciencia del ejercicio moderno comenzó en los años 50, cuando los investigadores descubrieron que los conductores de ómnibus de Londres que estaban sentados al volante todo el día tendían a sufrir más ataques cardíacos que sus compañeros que caminaban adentro de las unidades de dos pisos cortando boletos. Los estudiosos rápidamente identificaron a la medida de laboratorio de aptitud física -la cantidad de oxígeno que el organismo es capaz de trasladar hasta los músculos durante la actividad física- y recomendaron luego alguna actividad física enérgica.

Los primeros lineamientos sobre actividad física que difundió el American College of Sports Medicine, dados a conocer en 1975, alentaban a la gente a hacer ejercicio seguido y durante mucho tiempo, a entre un 70 y un 90% de la reserva cardíaca máxima.

Diez años después, sólo el 20% de los norteamericanos respetaban estas reglas. Cerca del 40% eran sedentarios. Sobrevino luego una nueva era en materia de ejercicio. Es que habían comenzado a acumularse las evidencias que indicaban que actividades físicas menos enérgicas también arrojaban beneficios para la salud. Fue así como en 1995, el American College of Sports Medicine y el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de EE.UU., ofrecieron un plan de ejercicios distinto para los estadounidenses. Recomendaban hacer por lo menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada casi todos los días.

Ahora, todas estas recomendaciones parecen anticuadas. Lo último son los beneficios de los ejercicios moderados. Algunas de las conclusiones de los últimos estudios son sorprendentes. Caminar a paso vivo no sólo es mejor para su salud que sentarse a mirar televisión, sino que aparentemente es tan bueno como trotar.

Caminar mejora la circulación sanguínea. Puede también bajar la presión arterial y mejorar el colesterol, factores importantes para prevenir los infartos. Mejora también el manejo que hace el organismo de la glucosa, modifica los niveles de las hormonas, fortalece la densidad ósea, reduce las inflamaciones y mejora el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales.

Fuente: www.hepato.com

martes, marzo 13, 2007

Entrevista integra de Marta Rizo a Guillermo Orozco.

Cátedra Unesco de Comunicación / Portal de la Comunicación - 1 / 8
"Se debe investigar para intervenir en los procesos
de interacción de los receptores con los medios para que
éstos resulten educativamente provechosos"
Entrevista a Guillermo Orozco Gómez (México), Catedrático Unesco de
Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona 2000-2001
• ¿Cuándo se empezó a interesar por la relación entre comunicación y
educación?
Me empecé a interesar por la educación y por el vínculo entre ésta y la
comunicación cuando era estudiante de la licenciatura de Ciencias de la
Comunicación del ITESO de Guadalajara (México). Allí estuve haciendo un
trabajo de campo de tipo servicio social con comunidades marginadas de la
periferia de la ciudad, y esto me planteó el desafío de cómo usar los medios en
beneficio de este sector de la audiencia.
En un primer momento me parecía que el problema del uso adecuado de
los medios ahí no era sólo educativo, sino social en general. Y entonces planteé
la idea de realizar lo que llamábamos "Festivales Populares" los domingos por la
tarde en la explanada de la iglesia de esta comunidad para que allí la gente
pudiera expresarse e informar sobre acontecimientos, preocupaciones,
actividades, y a la vez, tener una tarde de diversión, con música, danza, teatro
y otros actos hechos por ellos mismos. Además, pasábamos audiovisuales de
temas de interés general. A partir de ahí se formaron grupos, principalmente de
jóvenes que estaban muy preocupados por captar su proceso de migración, ya
que venían de zonas rurales de otros estados y querían insertarse en la gran
ciudad.
Hicimos plasmar todo esto en una publicación semanal, "Boletín de
información comunitaria", donde ellos, junto con un dibujante de la misma
Cátedra Unesco de Comunicación / Portal de la Comunicación - 2 / 8
comunidad, trataron de comunicar al resto su vivencia del proceso de migración
y de alguna manera provocar la reflexión en los otros.
Ahí fue donde me di cuenta de que no podemos utilizar los medios sólo
para mostrar o ilustrar el lenguaje oral o escrito, sino que había que hacer un
trabajo mucho más fino para usar el lenguaje de la imagen por sí mismo, como
un lenguaje que no sólo transmite sino que expresa y forma.
Me pareció que el problema era pedagógico, y por eso me fui a estudiar a
Alemania una maestría sobre Pedagogía de la Comunicación que me capacitara
para aprovechar en todo su potencial el lenguaje audiovisual, creyendo que el
principal problema era pedagógico. Regresé a México y seguí con esa idea. En
tres o cuatro años me fui a Harvard, a la Facultad de Educación, donde se había
diseñado el programa educativo "Barrio Sésamo", que ya era todo un éxito en
muchos otros países. Estando allí me di cuenta de que el problema educativo
rebasaba el hacer una programación sólo educativa y de que en América Latina
no contábamos con los recursos necesarios para hacer programas de ese tipo.
Me pareció que el problema educativo tenía que ver con toda la programación,
no sólo con un tipo específico de programa, ya que la audiencia pasaba horas
frente al televisor y se estaba educando -formando- con otros programas que
no tenían, en principio, un fin educativo. Me pareció que había que darle la
vuelta al problema, a la manera de plantear la cuestión educativa con los
medios, y que lo más recomendable era trabajar para entender los procesos de
recepción, la interacción de la audiencia con los medios y las percepciones que
ésta tiene de la educación. Pensé, así, que las audiencias se tenían que educar
para aprovechar cualquier tipo de programación pero desde un posicionamiento
más crítico.
A partir de ahí quedé convencido de que se debe investigar para
intervenir, investigar sectores de audiencia para luego intervenir teniendo en
cuenta el contexto, los procesos de interacción de los receptores con los
medios, de tal manera que esto resultara educativamente provechoso. Y en
última instancia, debíamos desarrollar las habilidades y competencias
comunicativas de los miembros de la audiencia.
• El tradicional debate acerca de la influencia de los medios de
comunicación ha dado lugar a consideraciones simplificadoras. Esto
es, o bien se ha considerado que la audiencia tiene toda la capacidad
Cátedra Unesco de Comunicación / Portal de la Comunicación - 3 / 8
para dotar de sentido al texto televisivo, o bien se ha seguido
creyendo que los medios -en este caso la televisión- son
omnipotentes e influyen poderosamente en el conocimiento y las
actitudes de la audiencia. ¿Podríamos decir que los estudios de
recepción están a medio camino entre ambas concepciones?
Yo creo que los extremos siempre se han manifestado en la historia científica de
los entendimientos de ciertos fenómenos, como en este caso la relación entre la
televisión y la audiencia. Es decir, pasamos de darle todo el poder a los medios
a darle todo el poder de resemantización a las audiencias. Ahora estamos
volviendo al equilibrio, ya que si bien es importante reconocer el poder de los
medios, también lo es reconocer el contexto y las mediaciones en que se da la
recepción. Creo que hay un desafío en la interacción medios/audiencia, ya que
es una relación asimétrica. El hecho de reconocer que las audiencias son
activas, pensantes e inteligentes, no significa necesariamente que éstas tengan
una interacción provechosa con los medios. Hay que tener en cuenta que las
audiencias no nacieron, sino que se fueron haciendo y acostumbrando a ser
conformistas y pasivas frente a los medios. Por lo tanto hay que hacer una
reeducación de la audiencia, para que ésta asuma su estatus de audiencia y
para que se asuma como activa y pensante frente a los medios. Y esto requiere
una capacitación.
El cambio mayor ha sido entender que los efectos de los medios no tienen
una única causa, sino que existe un entramado complejo de causas: unas en el
medio específico, otras en el contexto, otras en el intercambio específico con las
audiencias, y otras en las mismas audiencias. Hay mucho camino por recorrer,
y de nuevo aquí señalo la importancia de educar a las audiencias para tener una
interacción realmente provechosa.
• Muchos de los trabajos que se enmarcan en el interés que relaciona
la comunicación y la educación se han centrado específicamente en
los receptores infantiles. ¿Qué especificidad tienen los niños como
audiencia?
La audiencia infantil es una de las más preocupantes en el sentido que es una
audiencia vulnerable, en tanto que los niños están en un proceso intensivo de
Cátedra Unesco de Comunicación / Portal de la Comunicación - 4 / 8
formación, están formando su capital cultural, sus competencias comunicativas,
y por ello son muy receptivos a todo lo que les viene de su entorno. Tratan de
absorber e imitar lo que ven para forjar sus juicios hacia lo que ocurre
alrededor. También la televisión llena huecos de la infancia, como son la
soledad y el aburrimiento. La televisión ofrece una diversión segura, en casa, y
esto atrae no sólo a los niños, sino también a los padres, que prefieren que
vean televisión a que hagan otras actividades fuera de la unidad familiar. Esto
nos hace pensar en la gran aceptación que tiene la televisión, a pesar de que se
la critique, se la satanice y se la culpe de todos los males. La televisión se
consume muchas horas en cada hogar, y ahí los niños están expuestos a
informaciones que antes se limitaban a la audiencia adulta. Esto crea un espacio
en el desarrollo cognoscitivo y emocional de los niños. Ahí también se ve el
desfase de la educación con respecto de la televisión.
Las audiencias de niños también son importantes porque representan una
nueva generación que se va formando con estos nuevos medios, y que marca
una diferencia con respecto a los adultos. Todavía no comprendemos que
nuestros niños y jóvenes estén tan experimentados con las nuevas tecnologías,
y esto nos causa inseguridad e incertidumbre.
• Los estudios de recepción de medios por parte de los niños toman en
cuenta también la importancia de la escuela, como institución
formadora por excelencia. En este sentido, ¿los maestros se
interesan por las investigaciones sobre televisión y niños? ¿Piden
asesoramiento para integrar el uso de los medios en el aula?
En América Latina hay una gran resistencia por parte de los maestros y de las
escuelas a entablar una alianza con los medios. Los docentes se sienten
amenazados por lo que la televisión hace a los niños, la culpan de todos los
males, especialmente del fracaso escolar. Evidentemente, la televisión distrae,
pero el poco aprovechamiento escolar se debe a muchas otras cosas, como a las
limitaciones de los maestros y del método pedagógico, por poner un ejemplo.
Sin embargo, se ve a los medios como culpables, y esto hace que los maestros
ni siquiera reconozcan que ellos ven televisión y consumen telenovelas.
Esta actitud ha ido modificándose y cada vez hay más interés de los
maestros por conocer algo de los medios de comunicación, sobre todo por
Cátedra Unesco de Comunicación / Portal de la Comunicación - 5 / 8
conocer cómo pueden utilizarlos en la escuela como apoyo a la educación
formal.
En este sentido, considero que hay un deslumbramiento con lo
tecnológico pero una miopía total sobre la manera como utilizar los medios a
nivel educativo. Poca gente reconoce que para integrar la televisión y el uso de
Internet en la escuela haya que hacer cambios sustanciales en el sistema
educativo, en la pedagogía y en la organización escolar. Se piensa que sólo
introduciendo el medio en el aula se consigue todo. Y esto supone un
reduccionismo importante.
• En la investigación sobre recepción de medios hay muchas
dimensiones a tomar en cuenta, lo cual hace pensar en la necesidad
de promover la interdisciplinariedad. Esto es, se debe abordar el
estudio desde ámbitos que sobrepasan la ciencia de la comunicación,
tales como la psicología, la sociología o la educación. ¿Qué tipo de
metodologías se han utilizado para el desarrollo de estas
investigaciones?
Primero, ciertamente se ha reconocido que se requiere trabajar multi o
transdisciplinariamente y con muchos conceptos procedentes de ámbitos como
la psicología, la pedagogía e incluso la psiquiatría. Actualmente se hacen
investigaciones que tratan de dar cuenta de los distintos componentes. Debido a
la crítica a la comunicación norteamericana se había olvidado el aspecto
psicológico, conductista, individualista, porque estos estudios sacaban de los
contextos a los receptores. Ahora se empieza a reconocer que hay que explorar
lo psicológico y lo psicoanalítico, no aislado sino contextualizado. Se ha dado
cuenta de la parte más sociológica, sobre todo por la fragmentación de las
audiencias (por el nivel educativo, la clase, la raza, la procedencia geográfica);
también se han tomado ideas de los estudios culturales, como la apropiación de
significado. Hay un cambio de actitud de los investigadores al ver los límites de
la propia disciplina y de una misma metodología.
En América Latina se ha insistido en la creatividad y la exploración
metodológica en la investigación de audiencias. No sólo se utilizan metodologías
cuantitativas (encuestas), sino también cualitativas, tales como la observación
participante y no participante, la entrevista, los estudios de caso, la historia de
Cátedra Unesco de Comunicación / Portal de la Comunicación - 6 / 8
vida, la entrevista familiar, el sociodrama y el psicodrama. Hemos estado
preocupados por captar otras dimensiones del fenómeno y por hacerlo con un
metodología apropiada a tal fin.
Hay una efervescencia en este campo de investigación que trasciende el
hecho mismo de pensar la transdisciplinariedad. Es decir se tiende también a la
transmetodologicidad que requiere abordar adecuadamente este tipo de
investigaciones.
• A lo largo de su estancia en España ha tenido la oportunidad de
conocer a investigadores que trabajan con estos temas. ¿Cuáles son
las principales diferencias que ha observado entre la investigación
que se hace en México y la que hace en España?
En México hay una tradición importante en investigación sobre la recepción de
los medios por parte de los niños, con una preocupación educativa centrada en
cómo la interacción del niño con el medio afecta al desarrollo educativo.
También se ha hecho investigación con informativos, telenovelas, talkshows,
etc. Actualmente la tendencia es a investigar desde una perspectiva de género,
es decir, sobre cómo se construyen los patrones de lo masculino y lo femenino.
También se han hecho estudios de socialización política de niños, jóvenes y
adultos, centradas en cómo los medios construyen una cultura política en los
ciudadanos. Y también se han revitalizado los estudios cuantitativos y
cualitativos sobre campañas políticas, es decir, sobre cómo se perciben las
campañas electorales por parte de los distintos sectores de la audiencia. De
este modo, se ha vinculado a la audiencia con géneros televisivos distintos, con
momentos específicos, con tipos de programación concreta, etc.
En comparación con los estudios en España, creo que aquí hay una
vertiente interesante, no tanto desde la comunicación, sino desde la educación
y la pedagogía, que busca encontrar las estrategias de educación para el
audiovisual a través de planificar currículums que permitan, en asignaturas
como bellas artes o diseño, desarrollar competencias comunicativas para
interactuar con la visualidad. Esa es una de las vetas que me más me han
llamado la atención.
En España se pone más énfasis en los medios y contenidos que en las
audiencias, aunque muchos estudiantes de la Universidad Autónoma de
Cátedra Unesco de Comunicación / Portal de la Comunicación - 7 / 8
Barcelona y de otras universidades de Barcelona y España han abordado el
estudio de la recepción. Pero son una minoría. Hay un interés más explícito por
los contenidos, por la configuración de las agendas de los medios, por las
políticas de comunicación y por las nuevas tecnologías.
• En España está emergiendo un campo de estudio importante, el que
relaciona la inmigración y la comunicación. ¿Considera que sería una
línea de investigación interesante el estudio del papel de los medios
de comunicación como actores importantes en el proceso de
integración de los inmigrantes?
Creo que ésta es una veta cada vez más importante, porque el fenómeno de la
migración se ha multiplicado en todo el mundo; hay un intercambio de actores
sociales en movimiento por distintas causas y que buscan distintas necesidades.
Se trata de un fenómeno mundial que va a seguir en el futuro.
Los medios de comunicación juegan un papel interesante: los futuros
migrantes conocen a través de los medios los lugares hacia donde quieren ir, es
decir, la manera como los medios -sobre todo la televisión- presentan esos
lugares influye en que los migrantes quieran ir allá. Así, el conocimiento de
otros lugares empieza a través de los medios, y uno puede llevarse
desencantos, ya que la realidad no corresponde a lo que los medios dicen.
Una vez que los migrantes llegan al país, los medios sirven de referente
en varios sentidos: los inmigrantes buscan encontrar una representación de sus
lugares de origen, buscan también reconocerse en las noticias sobre sus países.
Pero no sólo esto: los inmigrantes también quieren reconocerse en lo que los
medios presentan del propio lugar, de la sociedad receptora; los medios
representan una ventana para ver entera la comunidad a la que han llegado.
No obstante, faltaría ver de qué manera podrían ayudar los medios de
comunicación a reorientar y mejorar la condición de los inmigrantes y de la
sociedad que los recibe. Por ello, creo que los medios tienen la responsabilidad
de fortalecer la tolerancia, la solidaridad, la amistad y el encuentro entre todos.
A la vez, los medios deben mostrar a los migrantes que aquí hay otra cultura,
otros estilos, costumbres y formas culturales. Uno tiene que aprender esas
formas para insertarse, para sentirse parte de esta sociedad. Los medios
deberían presentar modelos de lo adecuado en esta cultura, pero también
Cátedra Unesco de Comunicación / Portal de la Comunicación - 8 / 8
tendrían que presentar a la sociedad receptora cómo son las culturas de los
migrantes, para que haya un diálogo efectivo. En estos momentos, los medios
están presentes, pero no necesariamente en la dirección adecuada, ya que a
menudo fomentan los fundamentalismos y la intolerancia.

Marta Rizo García
Coordinadora Técnica
Cátedra Unesco de Comunicación
Instituto de la Comunicación (InCom)
Universidad Autónoma de Barcelona
Entrevista realizada el jueves 7 de junio de 2001 en la Facultad de
Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Recuperado de http://blues.uab.es/olympic.studies/portal/catunesco/esp/cate/orozco/entorozesp.pdf
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