Sobre "La muerte de un burócrata" (1966)
Dir. Tomás Gutiérrez Alea.
"Decidí hacer la película a partir de una experiencia personal. Puede sucederle a cualquiera. Me vi de pronto atrapado en los laberintos de la burocracia a partir de unos problemas muy simples y elementales que quise resolver. Perdí mucho tiempo en eso y decidí hacer justicia por mis propias manos. Pensándolo bien -me dije- mejor hago una película y así me evito líos con la policía. De esa resolución salió una comedia, porque ¿no es ese el tono más apropiado para expresar el carácter absurdo que adquieren las deformaciones burocráticas, los formalismos y los formulismos vacíos que no tienen nada que ver con la práctica revolucionaria? [...] Sería mucho pedir a una comedia como esta que provocara una toma de conciencia en el espectador burócrata. Creo que muy pocos burócratas se reconocieron como tales ante el filme. Seguramente se reían, eso sí, de los otros burócratas, los que ellos mismos han tenido que padecer en alguna ocasión. El efecto positivo del filme está en que brinda apoyo moral a las víctimas del burocratismo.." Tomás Gutiérrez Alea en "Un apoyo moral a las víctimas del burocratismo", entrevista de Gary Crowdus, Cineaste, Nueva York, 1979.
" [...] sabroso, desprejuiciado, corrosivo, que hace reverdecer la tradición del viejo e ilustre cine cómico (sobre todo, norteamericano), y la pone al servicio de una causa sagrada, la cual tiene, en los países socialistas, un particular fundamento crítico." Aggeo Savioli, L´Unità, Roma, 1966. "Es una película de un cineasta que sabe hacer locuras. Hay alusiones directas a todo tipo de realizadores, desde Buñuel hasta Laurel y Hardy. La comedia abarca desde la farsa campesina hasta los porrazos de Sennet y algunos tipos más sutiles de comedia y de sátira. En conjunto, el tono viene a caer entre Berlanga y Buñuel, pero lo asombroso es la destreza con que Gutiérrez Alea incorpora todas las influencias en un todo único y logrado. Es sin duda el primer director, en los últimos cuarenta años, que haya podido presentar en gran escala los pasteles de crema y los porrazos." David Robinson, Financial Times, Londres, 1969
"Tomás Gutiérrez Alea ha trabajado minuciosamente esta historia sencilla, universal en sus planteamientos (¿quién no se ha visto envuelto alguna vez en la madeja de la burocracia?), con el irritante burocratismo como tema; el resultado es un viaje hilarante por territorios serios, manejado con maravilloso equilibrio por este gran director." Norma Mclain Stoop, After Dark, Nueva York, 1978.
"Una vez más la burocracia ocupa su lugar, esta vez en una Cuba revolucionaria donde por lo visto no sólo han mejorado la sociedad, sino que además están dispuestos a admitir que todavía hay que dar algunos pasos en ese largo camino hacia la perfección."Archer Winston, The New York Post, 1979.
"Esta película, terminada en 1966 -dos años antes de que el mismo director realizara su extraordinaria Memorias del subdesarrollo-, es tanto cine de autor como una sátira social. [...] Alea se las ha arreglado, con notable maestría, para armar una comedia cuya gracia lunática sostiene bien el reto." Vincent Canby, The New York Times, 1979.
Fuente: http://www.clubcultura.com/clubcine/clubcineastas/titon/burocrata/buro4.htm
"Decidí hacer la película a partir de una experiencia personal. Puede sucederle a cualquiera. Me vi de pronto atrapado en los laberintos de la burocracia a partir de unos problemas muy simples y elementales que quise resolver. Perdí mucho tiempo en eso y decidí hacer justicia por mis propias manos. Pensándolo bien -me dije- mejor hago una película y así me evito líos con la policía. De esa resolución salió una comedia, porque ¿no es ese el tono más apropiado para expresar el carácter absurdo que adquieren las deformaciones burocráticas, los formalismos y los formulismos vacíos que no tienen nada que ver con la práctica revolucionaria? [...] Sería mucho pedir a una comedia como esta que provocara una toma de conciencia en el espectador burócrata. Creo que muy pocos burócratas se reconocieron como tales ante el filme. Seguramente se reían, eso sí, de los otros burócratas, los que ellos mismos han tenido que padecer en alguna ocasión. El efecto positivo del filme está en que brinda apoyo moral a las víctimas del burocratismo.." Tomás Gutiérrez Alea en "Un apoyo moral a las víctimas del burocratismo", entrevista de Gary Crowdus, Cineaste, Nueva York, 1979.
" [...] sabroso, desprejuiciado, corrosivo, que hace reverdecer la tradición del viejo e ilustre cine cómico (sobre todo, norteamericano), y la pone al servicio de una causa sagrada, la cual tiene, en los países socialistas, un particular fundamento crítico." Aggeo Savioli, L´Unità, Roma, 1966. "Es una película de un cineasta que sabe hacer locuras. Hay alusiones directas a todo tipo de realizadores, desde Buñuel hasta Laurel y Hardy. La comedia abarca desde la farsa campesina hasta los porrazos de Sennet y algunos tipos más sutiles de comedia y de sátira. En conjunto, el tono viene a caer entre Berlanga y Buñuel, pero lo asombroso es la destreza con que Gutiérrez Alea incorpora todas las influencias en un todo único y logrado. Es sin duda el primer director, en los últimos cuarenta años, que haya podido presentar en gran escala los pasteles de crema y los porrazos." David Robinson, Financial Times, Londres, 1969
"Tomás Gutiérrez Alea ha trabajado minuciosamente esta historia sencilla, universal en sus planteamientos (¿quién no se ha visto envuelto alguna vez en la madeja de la burocracia?), con el irritante burocratismo como tema; el resultado es un viaje hilarante por territorios serios, manejado con maravilloso equilibrio por este gran director." Norma Mclain Stoop, After Dark, Nueva York, 1978.
"Una vez más la burocracia ocupa su lugar, esta vez en una Cuba revolucionaria donde por lo visto no sólo han mejorado la sociedad, sino que además están dispuestos a admitir que todavía hay que dar algunos pasos en ese largo camino hacia la perfección."Archer Winston, The New York Post, 1979.
"Esta película, terminada en 1966 -dos años antes de que el mismo director realizara su extraordinaria Memorias del subdesarrollo-, es tanto cine de autor como una sátira social. [...] Alea se las ha arreglado, con notable maestría, para armar una comedia cuya gracia lunática sostiene bien el reto." Vincent Canby, The New York Times, 1979.
Fuente: http://www.clubcultura.com/clubcine/clubcineastas/titon/burocrata/buro4.htm
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