Presentan libro en la UNAM.

Presentan el libro Los orígenes. De los cazadores y recolectores... de Enrique Semo

MONICA MATEOS-VEGA

El antropólogo Alfredo López Austin lamentó el "momento triste" para la historia de la ciencia y para la historia de México que se vive debido "a que las tendencias gubernamentales ponen mucho terreno de por medio y alejan el patrocinio para la creación de ciencia y de historia".

Durante la presentación del libro Los orígenes. De los cazadores y recolectores a las sociedades tributarias de Enrique Semo, el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) denunció que existe "una creciente tendencia a apartar a los niños y los jóvenes del estudio de la ciencia y la historia para crear una visión demasiado plana, con lo cual es muy fácil manipular a la gente".

Explicó que con ello se pretende "crear un sentido común ideologizado que permita interpretar la economía como algo que se rige a sí mismo, como algo que, en última instancia, no sea más que el juego de leyes divinas que dan a cada quien una posición en el mundo".

Durante el encuentro, realizado ayer en la Facultad de Filosofía y Letras, en un auditorio lleno de jóvenes universitarios, López Austin recalcó que "necesitamos mostrar a la gente que, cuando menos en la economía del México antiguo, había una responsabilidad estatal para que todo mundo tuviera la protección, la capacidad productiva, el alimento y la seguridad requeridas para seguir viviendo.

"No se trata de una concepción fuera de este mundo, sino de una manera de pensar de la que es muy cómodo irse alejando, con el argumento de la naturaleza divina de las leyes económicas."

Destacó que en obras como este primer tomo de la colección Historia económica de México, coordinada por Semo y coeditada por la UNAM y editorial Océano, las personas "pueden encontrar fuentes de interpretación del mundo actual, cuando menos para decir 'no estamos en la normalidad' que ideológicamente se nos quiere imponer.

"Eso lo necesitan saber, sobre todo, los niños y los jóvenes. Los universitarios tienen ya los recursos para echar abajo todos esos supuestos principios universales. Pero la mayor parte de nuestra población no es universitaria, está conformada por personas que necesitan muchas lecturas de este tipo, mucho conocimiento de la historia y conocimiento de la historia económica para poder crear, como pueblo, su propia historia."

Fuente: La Jornada